Nuestro país carece hasta el presente de derivados del alquitrán de hulla, debido a que dicha industria no ha alcanzado pleno desarrollo por carecer de la materia prima básica: la hulla ó carbón fósil. Hasta 1945 los yacimientos de hulla en nuestro país eran de pequeña producción, siendo así explicable el poco auge de dicha industria.
Hasta el presente, la superusina "Eva Perón" de la Capital federal ha destilado en retortas una mezcla constituida por cantidades variables de carbón de hulla de procedencia inglesa, coke de petróleo y asfaltita.
Con el descubrimiento del gran yacimiento carbonífero de Río Turbio y zonas adyacentes cuyo contenido en carbón fósil ha sido estimado en más de 300 millones de toneladas, se superará la etapa de escasez de hidrocarburos aromáticos, fenoles, naftaleno y otros derivados del alquitrán, que han dificultado el desarrollo de la industria química argentina de carácter orgánico, vinculada a plásticos, resinas sintéticas, colorantes, etc.
Hasta tanto este carbón no se traslade en grandes cantidades a la Capital Federal, ó se procese en la mina, las dificultades para la importación de fenoles, cresoles, etc., impedirán el desarrollo normal de las industrias, que dependen de estas materias primas, aunque la Fábrica Militar de Campana podría suministrar ciertos tipos de hidrocarburos aromáticos, como benceno, etc., que podrían ser materias primas para la obtención del fenol.
Por las razones expuestas se ha decidido estudiar las sustancias de tipo fenólico disponibles en el país obtenidas a partir de materias primas nacionales, que en nuestro caso fueron:
1) Productos derivados de la destilación de la superusina "Eva Perón" en la Capital Federal (alquitrán de hulla).
2) Productos derivados de la destilación destructiva de la madera (alquitrán de madera).